MARCELA GARCÍA
El Ecuador, su paisaje y su
paisanaje han sido pretexto para que fotógrafos, viajeros, editores y escritores le dediquen páginas y
obras enteras. Ecuador, su colorido y su diversidad son temas inagotables para
el lenguaje de la fotografía. Y no fue la excepción para Marcela García quien
con Paisajes íntimos, libro que acaba de publicar, muestra una particular
escritura. Su libro está escrito con
luces, sombras, texturas, nieves, cumbres y rostros.
También tiene algo de
nostalgia. De un paisaje que el tiempo ha ido cambiando y del que queda cierto
recuerdo, evidente en la mirada de la autora. Es un libro de retratos de un
país, sí, pero, más allá de eso, es un libro de paisajes íntimos, producto de
años de fotografía y de años de caminar por los más recónditos rincones del
país.
No son fotos ordenadas por
cronología alguna. No hay, a más del prólogo de José Hernández y de un texto
introductorio de la autora, muchas palabras. No hay en él, tampoco, un orden
regional.
Paisajes íntimos, si bien es
un libro de fotografía, bien puede leerse como se lee la poesía, desde la más
pura sensibilidad. Se refleja el frío
del páramo o la brisa que acaricia a los campos de cebada y quinua.
El lector sonreirá con los
rostros de los niños a los que encontrará en alguna de sus páginas y, asimismo,
podrá escuchar el tambor de las fiestas y los danzantes.
Probablemente quiera tocar y
sentir entre sus dedos las texturas de la sábila o de la palma. Y seguramente
se pregunte, con algo de tristeza, qué pasó con el paisaje de Imbabura, por
ejemplo, con las casas de adobe y teja que rodeaban al lago San Pablo hace
pocos años, hoy poblado por enormes casas de bloque gris sin terminar de
construir que se han levantado en las orillas de la carretera.
Paisajes íntimos responde a una mirada singular de quien ha
sabido encontrar en el paisaje rural, en las montañas, en los ríos, en los
colores de la fiesta popular, un pretexto para hablar de sí mismo, de vivir la
fotografía, de recorrer los rincones más alejados, los caminos más inhóspitos
en búsqueda de colores, matices y texturas en imágenes cotidianas.
La fotógrafa recoge en esta
obra imágenes de todas las regiones del país: Costa, Galápagos, Amazonía y de
la Sierra pero con énfasis en esta última zona porque fue allí en donde vivió
su infancia. García encuentra en su
obra dos intimidades: la del país y sus más bellos y conmovedores
rincones y su propia intimidad, esa que hace que encuentre, en la luz, la
inspiración para su foto.
Marcela García nació en
Riobamba y comenzó su carrera de fotógrafa en 1980. Durante diez años se
concentró en la fotografía de las zonas rurales y los páramos de los Andes
ecuatorianos. Desde 1990 hasta el 2006 interrumpió su carrera como fotógrafa
para dirigir la librería Libri Mundi
con todos sus proyectos culturales. Luego retomó su actividad artística.
Comienza su carrera como
fotógrafa en 1980. De 1990 al 2006 dirigió la librería Libri Mundi. Ha realizado
exposiciones en Ecuador, Europa y
América Latina. Ha publicado Ecuador,
entreluces la sierra (1988). Fue parte
del equipo de fotógrafos que participaron en los libros Discovering Ecuador, Patagonie y El Corazón
de los Andes.
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