IMAGINARIOS
COLECTIVOS
Actualmente el término
“imaginario colectivo” es utilizado con frecuencia no solo por los estudiosos
de las disciplinas sociales sino por las figuras públicas: políticos, artistas,
editorialistas... no existe una definición clara para el tema, entre otros puntos porque se trata de un concepto aún en
construcción.
Como tal, casi nunca queda
muy claro a que nos referimos cuando hablamos del “imaginario colectivo”. Que
valga entonces el intento por aportar algunas referencias:
El “imaginario colectivo” es
el conjunto de imágenes que hemos interiorizado y en base a las cuales miramos,
clasificamos y ordenamos nuestro entorno. Estas representaciones interiores son
tan importantes que, prácticamente, regulan nuestra vida.
Todos esperamos que las
relaciones humanas se ajusten a nuestras imágenes mentales, por ejemplo: la
familia, la amistad, la pareja, incluso el mundo natural es visto bajo estos
parámetros: la primavera, los árboles, todo nuestro entorno y, cuando nuestro
entorno responde a este imaginario nos sentimos tranquilos, contenidos, pero la
realidad se sale de estos cauces (lo que suele ocurrir) y entonces se genera la
incertidumbre y por consiguiente la angustia aparece en escena.
El “imaginario colectivo” no
surge de la nada sino que se trata de una construcción social en la que
intervienen los diferentes grupos de la sociedad y concurren a ella todos los
sectores que la conforman.
Los que disponen de mayores recursos, humanos,
económicos, artísticos, mediáticos, hacen "pesar" para imponer su “imagen”
por sobre las provenientes de grupos más numerosos, pero con menores
posibilidades.
El ejemplo más claro de la
lucha y la construcción de un imaginario colectivo lo constituyen los
nacionalismos.
Lo que hoy nosotros
esperamos y tenemos interiorizado como la imagen de “lo mexicano”, “lo
argentino”, “lo francés”, es el resultado de largos procesos delineados tanto
por la integración territorial de los estados como por la formación e invención
de la “nación”, esto último generalmente en medio de luchas de facciones que se
suceden en el poder y que enfrentan a dos grupos dirigentes.
Al concluir estas pugnas,
“la nación” se convierte en la entidad legitimadora del estado.
El proceso de conformación
de las naciones resultó tan exitoso que en el mundo occidental la mayoría de
nosotros estamos dispuestos no solo a comportarnos según esa imagen sino
incluso a matar y morir por ella.
Cabe decir entonces que
IMAGINARIO y PODER están siempre estrechamente vinculados.
Un imaginario colectivo se
compone de costumbres, valores, prácticas y razonamientos que existen en una
sociedad. La instauración de un imaginario colectivo no debe ser una utopía,
sino un procedimiento que nos permita analizar la democracia real y auténtica.
La imagen esta directamente relacionada con la figura o apariencia;
convirtiéndose en una representación [mental] de lo que se percibe. Esta percepción,
al ubicarse en un contexto y tiempo determinado, no siempre concuerda con la
realidad.
Un imaginario “es el efecto de una compleja red de relaciones entre discursos y prácticas sociales, e interactúa con las individualidades”. Este imaginario colectivo genera tendencias que se manifiestan a través del lenguaje y de la interacción.
Los modelos de los imaginarios colectivos son temporales [lento pero continuo]. Es la percepción que se tiene sobre un grupo [aspecto] utilizando estereotipos; los medios masivos de comunicación tienen una influencia en la conducta y comportamiento de la sociedad. Es como si una invención se convirtiera en costumbre; como si todos los mexicanos fuéramos charros, chaparros y morenos, con sombrero y bigote. Esto se debe a que una idea mediática se transmite de manera repetitiva y las sociedades empiezan a crear ciertos estereotipos (ideas generalizadas de la realidad).
Un imaginario “es el efecto de una compleja red de relaciones entre discursos y prácticas sociales, e interactúa con las individualidades”. Este imaginario colectivo genera tendencias que se manifiestan a través del lenguaje y de la interacción.
Los modelos de los imaginarios colectivos son temporales [lento pero continuo]. Es la percepción que se tiene sobre un grupo [aspecto] utilizando estereotipos; los medios masivos de comunicación tienen una influencia en la conducta y comportamiento de la sociedad. Es como si una invención se convirtiera en costumbre; como si todos los mexicanos fuéramos charros, chaparros y morenos, con sombrero y bigote. Esto se debe a que una idea mediática se transmite de manera repetitiva y las sociedades empiezan a crear ciertos estereotipos (ideas generalizadas de la realidad).
Los imaginarios, hacen parte
del complejo de representaciones de un sujeto, lo configuran a "imagen y
semejanza de su prójimo" o en otros casos a completa desemejanza. Así
pues, el registro imaginario está sembrado en la tierra fértil de sus pasiones,
de lo primario, de lo lábil, pero es allí, en donde se encuentra precisamente
su talón de Aquiles.
Imaginario, del latín imaginarius, connota la significación
de aparente, ilusorio, pero ésta alusión esta lejos de ser algo inocuo, pues
sus efectos muchas veces suelen ser devastadores.
Jean Paul Sartre |
El género humano, de
entrada, podemos decir es colectivo y social, existe en la sujeción que lo
soporta, el lenguaje. De ésta forma, el sujeto se agrupa, forma colectivos,
modela organizaciones e instituciones que estructuran el orden social. Pero
colectivo, también es lo común a
un número de individuos, es la característica de dicho grupo, comparten un
mismo interés, en otras palabras se identifican
en y por algo. Este es uno de los sentidos fundamentales que sustentan
la opinión pública. La identificación en lo público, vía el discurso, crea
colectivos de opinión. Entonces, los colectivos se articulan de formas
diferentes en las posibles relaciones de su interacción en grupos, masas,
redes, existiendo varios nombres para los mismos fenómenos. Los colectivos como
una forma de la interacción comunicativa, generan fenómenos, acciones y
acuerdos de sentido, algunas veces cerca del consenso, del ejercicio simbólico
del análisis, de la articulación discursiva; otras, del desacuerdo, de la
inmediatez del afecto y sed de control. Pero, la articulación discursiva
permite que el sujeto se inscriba en lo social de una manera distinta.
FUENTES:
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